!!! Bienvenido ¡¡¡

Gracias por entrar. Antes de irte, echa un vistazo y comparte con nosotros. Nos interesa conocer todo lo que quieras compartir. ¿Has hecho algún descubrimiento deslumbrante? ¿Una película, un poema, un cuadro, un disco? ¿Una ciudad, un paisaje? Ábrenos una ventana y nos asomaremos.

viernes, 3 de enero de 2014

"Un ataque político a las formas de vida", por Juan José Millás

"Cuando leo o escucho que baja el “consumo cultural”, estiro las orejas como un perro. Hay más cosas que hago como un perro, pero no sé si tienen que ver con la cultura. El caso es que la expresión “consumo cultural” me pone nervioso, como si se tratara de una contradicción en los términos. O es consumo o es cultural, me digo. Veamos: esa persona que en este mismo instante se encuentra en la cama de la habitación de un hotel leyendo Crimen y castigo, ¿está consumiendo realmente el libro? ¿Lo consume al modo en que consumo yo energía eléctrica al encender la luz, al modo en que consumo una conserva al abrir una lata de berberechos, al modo en el que consumo un pequeño electrodoméstico al exprimir una naranja? ¿Está consumiendo la novela como el adolescente que consume la paciencia de los padres, como el cincuentón que consume para cenar un yogur griego con pipas de calabaza, como el que se compra un rolex de oro? ¿Podríamos decir que esa persona es usuaria de la novela de Dostoievski al modo en que se es usuario de un campo de golf o de una tarjeta de crédito?
(...)
A ver, ¿qué beneficios le ha traído a la señora que hemos abandonado en la cama de un hotel de Buenos Aires leer a Dostoievski?
 —Beneficios, ¿en qué sentido?
 —Beneficios en el sentido de beneficios, gilipollas.
 —Bueno, podríamos decir que uno es más sabio después de haber leído al ruso.
 —Más sabio, más sabio… ¿Hablamos de una sabiduría práctica, de la que se puedan obtener unos rendimientos económicos inmediatos?
 —Eso no, pero cuando uno lee aprende a leerse y a leer el mundo, aprende a interpretar la realidad, comprende la importancia de la búsqueda del sentido…
 —No me joda usted. Yo, sin haber leído a Dostoievski, quizá gracias a eso, he montado una franquicia de jabones que da trabajo a cinco mil personas.
 —¿Cuánto ganan esas personas?
 —Cuatrocientos euros de media. Y me hacen horas extraordinarias y festivos, y si les pido que me lleven a los niños al colegio, me los llevan. Bien visto, no entiendo cómo no me matan.
 —Quizá porque no han leído a Dostoievski.
 —Razón de más para prohibir las humanidades.


¿Acaso, cuando muere un autor, la necrológica señala lo que su pérdida implica desde el punto de vista económico? Recientemente nos abandonó Doris Lessing. He leído todo lo que se escribió en los días posteriores a la noticia y nadie hacía mención a su potencial económico. ¿Las obras de esta autora no produjeron dinero? Sí, quizá más del que usted y yo podamos imaginar. ¿Entonces? ¿Se omitió el dato por delicadeza? En absoluto. Se omitió porque el beneficio económico era un daño colateral. Lo importante de la obra de Doris Lessing es lo que hizo por el progreso de la cultura humanística, que no se puede reducir a una cifra. Cuando esto no se comprende, las humanidades se van al carajo en los estudios. Se quita el latín, se quita el griego, la filosofía, se reduce el estudio de la lengua y la literatura... Cuando no se comprende, decimos, pero quizá también cuando se comprende demasiado. Las sociedades en las que se pierde la sensibilidad cultural son más dóciles, más fáciles de manejar, son menos libres porque carecen de un discurso alternativo al dominante. Sin discurso, no hay manera de modificar la realidad. La realidad es producto del discurso. La realidad actual es producto del discurso dominante actual. De ahí su calamitoso estado."
(...)

No tiene desperdicio el artículo de Juan José Millán, publicado por el diario El País el 26 de diciembre, y del que os ofrezco un extracto, en el que con su ingenio y lucidez habituales analiza lo que se oculta tras el empecinamiento gubernamental por considerar a la cultura un bien de consumo más, sujeto, pues, a los generalizados y subsiguientes recortes. Merece la pena leerlo completo. En el link lo encontraréis. La ilustración es de Ana Juan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario